El único sistema político en el que se puede experimentar la libertad es la democracia y por eso, soy un demócrata por conciencia y debo respetar y aceptar las decisiones democráticas.
Voté por el SI en el plebiscito para refrendar los acuerdos de paz con las FARC y en el ejercicio de la democracia, gano el NO. El 63% de los colombianos que pueden votar, no lo hacen y por ende, asumimos que aceptan cualquier decisión, porque están absorbidos por sus asuntos personales. Del 34% que les interesa el país, soy del 49,8% que votamos SI y deseamos una paz estable y duradera, no solo con las FARC, sino con todos los actores del conflicto, pues apoyamos la paz, independiente del Presidente Santos y sea cual sea el actor. Habrá excepciones, pero creo que en su inmensa mayoría, siempre votaremos por la paz.
El 50,2% voto por el NO y una inmensa mayoría voto en contra del gobierno de Santos y en apoyo a Álvaro Uribe Vélez, pues en las redes sociales sostenían que estaban de acuerdo con la paz pero no con lo pactado entre el gobierno de Santos y la FARC. Gano el NO por escasos 60.000 votos. Yo soy antioqueño, medellinense, paisa por padre y madre y en mi Antioquia gano el NO por 409.000 y por eso, considero que por Antioquia, gano el NO y decidió la realidad de hoy de los colombianos. Y en Antioquia, el líder político se llama Álvaro Uribe Vélez y fue el líder del NO.
Cómo por lo que vi en la Casa de Nariño cuando Uribe era presidente y estuve en una reunión de trabajo con él, tres de sus ministros y una cantidad de asesores y por lo que siento, Uribe no tiene amigos ni asesores; sólo tiene grandes aduladores que siempre le dicen SI y seguidores que aceptan sus decisiones y por eso, a partir de este momento me declaro amigo y asesor de Álvaro Uribe Vélez. Yo soy un pacificador y demócrata y con base en el discurso de Uribe, especialmente para esta campaña del NO al plebiscito, el también lo es y así lo expresó a las juventudes cuando dijo que la paz era una ilusión pero los acuerdos decepcionantes. Con base en esta común-unidad, paz y democracia, haré el ejercicio de comunidad con mi amigo Álvaro y lo asesoraré públicamente para que mi país pueda tener una paz estable y duradera.
Siempre lo haré bajo la observación de las evidencias y el cuestionamiento para que Uribe, libremente, reflexiones, discierne y con su inteligencia decida.
Álvaro, el país ya no es el mismo de cuando eras presidente. Por el plebiscito, el país cambió. Aunque para un 63% de los 34 millones que pueden expresar su voluntad a través del voto, no les interesa lo que ocurra en el país, hay un 34% que reflexiona y muchos de ellos, despertaron del adormecimiento, especialmente jóvenes y ahora, con decencia cuestionan, reflexionan, opinan y generan opinión a través de las redes sociales y especialmente, en sus labores diarias con sus colectivos en diferentes actividades sociales. Además, si antes una decisión quedaba al interior de la frontera colombiana, este proceso de paz lo observa el mundo entero, pues los que vinieron a Cartagena de Indias, y la misma Unión Europea que saco de la lista de terroristas a las FARC, ahora con mayor razón, observará con atención, el nuevo rumbo de este proceso de paz con las FARC.
La FARC ya no es visto en el mundo como el grupo terrorista de 2001, después del 11-S. Hay evidencias que demuestran la disminución real del conflicto y el cese de hostilidades tiene indicadores que señalan, que hoy sus líderes han demostrado que realmente quieren la paz. Y su nuevo discurso es coherente, así lo señala. Timoleón Jimenéz:, el líder de la FARC "...mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como un arma de construcción hacia el futuro"·
Además, el Presidente Juan Manuel Santos extendió la mano y estuvo a la altura en su alocución presidencial al final del plebiscito. Y tu discurso, también estuvo muy bien, ya lo tengo guardado y será esencial en este asesoramiento.
Ahora, debes cuidar muy bien tus palabras. Te sugiero no trates de bandidos, terroristas, ni saques el retrovisor de lo que hizo las FARC. El mundo ya sabe lo que hizo y ya no estamos en tiempos de proselitismo del NO. Ahora es tiempo de ideas y pensamientos innovadores que construyan una paz estable y duradera. Para eso, debes aceptar que hay algo por renunciar. Debes renunciar a que los cabecillas de la FARC se pudran en la cárcel y que no tenga actividad política, pues ¿Como verá la opinión internacional que la FARC no se para de la mesa de negociación y la otra parte, le exija que entregue las armas a cambio de nada?. No se está negociando la rendición de las FARC, sino un acuerdo de paz, de reconciliación.
Todos están hablando de que no quieren la impunidad. Pudrirse en la cárcel no es la propuesta en la mesa de conversación, pues vas a quedar muy mal y no te mostrarás como un pacificador y reconciliador sino como un hombre justiciero y ahí, entramos en puntos delicados, pues estamos en otros tiempos diferentes al autoritarismo.
Es tiempo de ser coherentes entre el discurso y el hacer. Por los frutos te conocerán y debes saber, que para muchos, eres un hombre de guerra. Hay 6 millones de colombianos que seremos veedores del proceso, que estamos en un país polarizado, que hay un frágil equilibrio que se puede desequilibrar, que no hay un mandato claro y que el único mandato es construir una paz y que no te debes parar de la mesa de negociación, hasta llegar a un acuerdo.
El riesgo que tienes es que por el tema de la impunidad y la no participación en política, se pueden parar de la mesa y entrar de nuevo en un combate armado, y ante esa supuesta realidad, el NO pasará a la historia, como algo muy oscuro. La FARC se sentó en La Habana por el golpe que le dio la Seguridad Democrática, pero te repito, el país y los tiempos, ya no son los mismos y una sola muerte, será devastador para un líder pacificador, demócrata y que defiende la libertad.
Su asesor y amigo del sombrero
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