Ayer 02-abr-16, viví en el Valle
Azul el día más desarmónico, desde que volví a mediados del 2009. El miedo
colectivo se apoderó de la mayoría, debido a un paro armado declarado por la
organización ilegal “Los Urabeños”. El alcalde Fico dice que las bandas
criminales están en las ciudades, que juegan con el miedo colectivo y que negar
realidades hace daño a la ciudad. Estamos de acuerdo, la aceptación de una
realidad es el primer paso para la transformación de la misma y debemos
conversar con hechos reales y aceptarlos.
La razón de la ciencia nos indica
que todo es energía y que las energías afines se atraen. La zozobra de ayer es
el espejo de la sociedad. Todos somos responsables de nuestra realidad. No fue
provocada por los malos para crear terror a los buenos. La energía no sabe de
malos y buenos, solo de vibraciones afines, resonancias, conciencias afines,
que se esconden en el inconsciente colectivo. El aire del Valle Azul está contaminado,
en niveles que ponen en riesgo la salud
pública, en resonancia con la razón del inconsciente colectivo que está
contaminada de rencores y odios, bandos de la sociedad polarizadas, ciudades
divididas por ideologías e intereses políticos y económicos. Todo es energía,
negarlo hace daño a todos.
Fico es el Alcalde de Medellín, la
cabeza visible de esta ciudad y debe asumir la responsabilidad política de la
desarmonía vivida. Eso no significa que renuncie, como creen muchos que deben
renunciar otros líderes con mandatos democráticos. Con eso no solucionamos
problemas que competen a todos. Responsabilidad es responder y es el precio de
ejercer cargos públicos emanados de la democracia participativa.
No he podido comprender algo. Hay
una parte de la comunidad del Valle Azul, que quiere terminar con las
negociaciones de las FARC en Cuba, porque los guerrilleros siguen con actos
terroristas y no muestran actos de buena voluntad. En el Valle Azul se redujo el
número de muertes violentas, en parte al “pacto de fusil” decidido por las
bandas criminales presentes en todo el territorio. Un pacto que se ha cumplido
por varios años y por ende, es un hecho de buena voluntad. Sin embargo, la
misma comunidad que quiere que el conflicto armado con la FARC continúe, quiere
que también se lleve a cabo en todo el territorio del Valle Azul para erradicar
a estas bandas criminales. ¿El poder de la razón de las armas es la única forma
de alcanzar la paz? ¿Cuántos años y muertes necesitamos para erradicar a las
FARC, ELN y a las bandas criminales? ¿No será que nos falta la paz en el
corazón para crear condiciones de paz desde la razón? Seguimos en el círculo
vicioso de inseguridad, ilegalidad e inequidad social, pues la violencia,
alimenta la violencia. Física pura: las energías afines se atraen.
En la convivencia que tenía el Valle
Azul con el “pacto de fusil”, habían muchas cosas por mejorar. Creo que la
micro-extorsión a la comunidad se debe trascender, que hay recursos suficientes
para crear Comunidades Productivas en Convivencia; que mientras la vida se
respete, podemos conversar con todos; que debemos trascender leyes corruptas
que nos hacen matarnos entre nosotros; que el poder del corazón, salva a la fuerza
de la razón. Creo en el principio
cristiano de amar a tu enemigo y que una casa dividida, desaparece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario