domingo, 4 de mayo de 2014

La política se hace o se padece y el pueblo tiene la culpa

La Real Academia Española (RAE), define la política, entre varias maneras, como "Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo". Lo público lo define la RAE como "Perteneciente o relativo a todo el pueblo".  Creo que es hora de que todos seamos políticos porque el desarrollo social, ambiental y económicos, está en alto riesgo.

En el caso de Colombia, hemos delegado la función pública en tres poderes del Estado: el Ejecutivo (debe pertenecer a un partido político y su función es aplicar las leyes y gobernar el país), el legislativo (también pertenecen a partidos políticos y su función es aprobar las leyes y hacer que se cumplan) y el judicial (son nombrados por el legislativo y el ejecutivo y su función es juzgar a los que incumplen las leyes). Como vemos, transversal a la administración de lo perteneciente o relativo a todo el pueblo, están los partidos políticos y las leyes.

Si el pueblo no hace política, la padecemos y eso es lo que actualmente nos está ocurriendo. Estamos en manos de partidos políticos desechables y leyes creadas por políticos desechables, porque pertenecen a partidos desechables. ¿Cuantos años tienen los partidos Verde, Polo Democrático, la U, Uribe Centro Democrático, Cambio Radical, Mira, Opción Ciudadana, entre muchos otros que se crean? Hoy se crean y mañana se extinguen, y por eso son desechables, sin la responsabilidad que les asume, la gestión en la administración pública, mientras asumieron el poder del Estado.

Hay dos tradicionales, los partidos Liberal y Conservador. ¿Cuantos años llevan ejerciendo el poder? Si la experiencia cotidiana del pueblo es de inequidad social, pobreza, falta de oportunidades, desempleo, empleo informal que se asume como si fuera formal, falta de educación integral, de salud, de recreación y de muchas otras cosas, pues estos dos partidos políticos no han sabido administrar la función pública eficientemente y un mal administrador pues termina despedido. 

¿Es culpa de los políticos que pertenecen a todos estos partidos políticos que estemos como estemos? Creo que no. La gran culpa la tiene el pueblo, que no hace política, no hace control político ni tiene educación política y por consiguiente, la padece. Ellos acampan, porque los dejamos acampar. "Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen" dice el refrán popular. 

Así como esta Colombia, está el mundo.  

En estadísticas, se habla de la distribución normal, que es aquella que tiene forma de una campana, achatada en los extremos y amplia en el medio 

Distribución Normal
Esta distribución refleja el comportamiento normal de los sucesos, entre ellos los fenómenos sociales. Lo normal en una distribución de riqueza, es que siempre habrá unos pocos muy ricos (la parte achatada inicial de la curva); una gran clase media (la parte amplia y central de la curva); y unos pocos muy pobres (la parte achatada final de la curva). En una maratón, habrá unos pocos con muy buenos tiempos y otros pocos con muy mal tiempo, mientras la mayoría tendrán tiempos promedio o normal. Entonces, si en la realidad experimentamos que en la economía global no existe una distribución normal sino una pirámide, donde la base son 4.000 millones de personas pobres, que representan el 70% del consumo mundial, es porque la administración pública del mundo, está mal administrada por los políticos y que el mundo está gobernado realmente, por Corporaciones Multinacionales Privadas (CMP).
La Pirámide de la Economía Global

Hoy, la banca multilateral mundial y los gobiernos, promocionan a estas CMP a hacer negocios con la base de la pirámide, llevando productos al detal y con márgenes unitarias de utilidad pequeñas pero que sumadas, dan mayores ganancias. Es decir, crear necesidades a través de la publicidad masiva, para que los pobres consuman los productos que ofrecen las CMP. ¿Esto genera desarrollo ambiental, social y equidad social?

En Colombia como en el mundo, menos del 1% de las empresas, son catalogadas como grandes empresas. El 94% de la composición empresarial, está en manos de microempresarios, sin contar la informalidad que no aparece en los registros públicos, pero que se estiman está por el orden del 45% de las personas empleadas. ¿Cuantos nos rebuscamos el día a día, sin contar con seguridad social?

Es necesario emprender Comunidades Productivas, que se asocien con los que tienen experiencia en la gestión empresarial y tienen recursos económicos. Es muy distinto hacer negocios con la base de la pirámide, que asociarse con la base de la pirámide y emprender proyectos productivos que tengan valor y generen desarrollo social y ambiental, construyendo equidad social. Es indispensable colocar las cosas en orden, y generar una distribución normal, trascendiendo la forma de la pirámide.

El desarrollo sostenible sustentado en el Ser, ofrece la Innovación Social que se requiere para acceder a las oportunidades reales por parte del pueblo y transformar el mundo. Es hora de crear una Cultura de Innovación, sustentada en el auto-cuidado del innovador, para que a través de espacios de comunicación, colaboración y coordinación, la comunidad se empodere y defina sus sueños de desarrollo. Esto es realmente, una Ciudad Inteligente, que promueve en su hacer diario, el desarrollo social y ambiental, reflejado en emprendimientos sostenibles, que traen equidad social.

Es hora de crear una Cultura Asociativa, entre el sector privado y el social, para dinamizar el nuevo mercado ecológico que trae soluciones para todos y terminar la crisis económica mundial. Esta solución debe partir del sector social, que es el que padece las decisiones políticas y económicas, a través de las leyes. Todos somos responsables de esta situación, empezando por el mismo pueblo.

Esto no es una revolución de pobres contra ricos. Estos es una lucha comunitaria de ricos y pobres. La historia nos ha enseñado que la lucha de clase sociales, es solo revolver de nuevo la baraja de cartas, para que al final, terminemos de nuevo, en otra lucha de clases sociales. Los pobres que tumbaron a los ricos, son los nuevos ricos que serán tumbados por los nuevos pobres y esto es un círculo vicioso de nunca acabar.

Equidad no es igualdad y la libertad es contraria a la igualdad. Qué cada uno consiga la riqueza que quiera pero que todos tengamos oportunidades reales, en equilibrio con el desarrollo social y ambiental, siendo sostenible de generación en generación.  Esto requiere de ética, es decir, de formación integral. Formación para la transformación. Ética que potencie la relación de sinergética (cultura asociativa) y estética (cultura de innovación).

De ahí la importancia de empezar esta transformación, reflexionando el voto para las próximas elecciones presidenciales

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