sábado, 14 de mayo de 2011

El Maestro Jesucristo, el mejor asesor espiritual

El propósito de la experiencia de la 3D es recordar quienes somos realmente y crear un destino colectivo afín a esta realidad que nos permita transitar a dimensiones superiores.

El universo espiritual crea el universo mental que a su vez crea el universo físico. Es un destino de arriba hacia abajo. Sin embargo, volver a casa, regresar a la Unidad, completar el círculo, es construir un destino de abajo hacia arriba y eso implica necesariamente recordar en el plano físico que somos realmente seres espirituales y construir una nueva realidad física con base en esta realidad espiritual. Somos dioses hechos carne y ese fue el mensaje de Vida Eterna del Maestro Jesús, quién nos invito a hacer cosas mayores a las que él hizo, entre ellas, vencer la muerte física.

En una canalización del grupo Rahma que significa “Sol en la Tierra”, encontramos que la Conciencia Crística: “Es saberse uno libre por el auto conocimiento y a la vez contemplarse como parte activa de la voluntad creadora de la unidad universal. La Conciencia Crística es haber llegado a la capacidad de entendimiento de que se ha venido para asumir un rol, una misión personal y colectiva; y además estar dispuesto a llevarla a cabo, poniéndose en las manos de las más altas jerarquías espirituales, dejándose guiar por ellas con humildad y fe. ¡Y todo ello por amor!”




El Maestro Jesús fue nuestro hermano mayor que ha alcanzado dicha conciencia y ponernos en sus manos, dejándonos guiar por ellas, es una sabia decisión. Las grandes corporaciones y los gobiernos que han dominado este mundo hasta ahora, siempre han utilizado asesores pero cabe a ellos tomar las decisiones finales; así mismo, tenemos en el Maestro Jesús la más alta jerarquía espiritual para asesorarnos en esta transición y construcción de una Nueva Tierra pero cabe a nosotros tomar las decisiones y hacer con base en nuestra conciencia.


Para acceder a esta asesoría solo basta la comunicación espiritual partiendo de la base de creer en ella. Creer para ver es el camino espiritual. Ver para creer es el camino del racionalismo, corriente filosófica creada por Descartes en el siglo XVII y que hoy predomina en la educación y en las decisiones del mundo político y empresarial. Creer para ver es el mensaje esencial de Jesucristo y entre Descartes y Jesucristo, yo particularmente me quedo con el segundo.

El racionalismo al aceptar el postulado de Einstein (E=mc2) abrió la posibilidad de racionalizar la espiritualidad, dado que al aceptar que toda forma física es simplemente una manifestación de la energía y la luz, mato lo tangible del mundo físico y nació lo intangible del universo mental y espiritual. La energía tiende a disiparse, a entrar en el caos (entropía) y requiere de una inteligencia que la ordene (entropía negativa). Por lo tanto, nuestro cuerpo físico, incluyendo el cerebro, es solo una manifestación de energía y luz ordenada por una conciencia que se llama alma.

Somos Almas, entidades espirituales hechas a imagen y semejanza mental y espiritual a Dios. Las formas físicas son creadas por el fondo mental y espiritual. El racionalismo nos atrapa en la ilusión de las formas y de ahí que hemos creído que Dios tiene forma humana, con base en el postulado de ser hechos a su imagen. Las formas son aleatorias y son creaciones mentales. La imagen proviene de la imaginación que es un atributo mental y la semejanza hace referencia a la naturaleza parecida y dicha naturaleza es espiritual. Siendo seres espirituales, la comunicación espiritual es propio de nuestra naturaleza pero el racionalismo nos ha extraviado y llevado a caminos donde solo lo tangible y objetivo es real.

La Enciclopedia Católica señala que “El término alma viene del latín anima, de la misma raíz que el griego ánemos, viento. Por alma, y con el mismo significado que spiritus (en griego psikhé, soplo, aliento, vida), se entiende por lo común el principio vital del cuerpo, o el principio inmaterial que se considera origen de la vida material, de la sensibilidad y del psiquismo del hombre. A veces se da este nombre a la mente humana, o también se la llama espíritu.” Es el principio inmaterial que da origen a la vida material. Alguien me enseñó por un canal espiritual y yo te lo repito: “No te fijes en las formas, sino en el fondo.”

Somos Almas, somos seres espirituales y aceptar esta realidad, nos abre a la oportunidad de potenciar infinitamente nuestra actual realidad. Aceptamos que solo gestionamos un 15% como máximo de nuestra capacidad mental y considero que es bastante racional pensar que en ese 85% restante están las respuestas creativas para construir una sostenibilidad amorosa a la Humanidad. La Humanidad está constituida por Seres Humanos, donde la parte del Ser es su naturaleza espiritual y la parte Humana es su creación física: dioses hechos carne, como el Maestro Jesucristo nos enseñó en Jn.10:32-36: “Entonces Jesús dijo: "Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?" Los judíos le respondieron: "No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios". Jesús les respondió: "¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes son dioses? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra, y la Escritura no puede ser anulada, ¿cómo dicen: "Tú blasfemas", a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: "Yo soy Hijo de Dios"?

Además, nos hizo la siguiente profecía en Jn.14:12-14 “Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre.  Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.”

Y por último nos dio este regalito escrito en Jn.14:16-20 “Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito[1] para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre,
y que ustedes están en mí y yo en ustedes.”.

La emoción del Amor produce una mayor energía a la emoción del temor. Generar bienestar emocional y mental implica pensar y actuar con base en el Amor, de esta manera tendremos mayor cantidad de energía y podremos crear una realidad física amorosa, dado que las energías afines se atraen.

E=mc2 podremos enfocarla a través de este destino colectivo: entre más energía amorosa, mayor serán las formas físicas amorosas. La energía no se destruye, se transforma y un mundo que se pretende dominar desde el temor, solo es posible transformarlo desde el Amor. Entre mayor sea la energía amorosa, cargaremos con más Amor el sistema eléctrico de nuestro cuerpo físico que es el sistema nervioso central. Y esta energía genera un campo electromagnético alrededor nuestro, llamado aura, que atraerá personas y oportunidades amorosas, que si hacemos equipo o sinergia con ellas, acumulamos más energía, generando una entidad energética llamada conciencia colectiva de Amor que se condensará en una masa, en una realidad física amorosa colectiva.

¿Cómo creamos más Amor? Tenemos un gran asesor: el Maestro Jesucristo.

La conciencia colectiva es un ente mayor a la suma de las conciencias individuales, pero es obvio que se forma desde la conciencia individual. A través de la meditación y creer en el Espíritu Santo, podemos comunicarnos espiritualmente con el Maestro y que nos asesore. En estos tiempos de transición del temor hacia el Amor, nuestro mayor aporte es meditar irradiando energía amorosa y mucha luz a todo el Planeta Tierra y especialmente a los empresarios, gobernantes y a toda alma que pretenda mantener su poder promoviendo el temor y el consumismo: "… ¡Andad como hijos de luz! Pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad. Aprobad lo que es agradable al Señor  y no tengáis ninguna participación en las infructuosas obras de las tinieblas; sino más bien, denunciadlas. Porque da vergüenza aun mencionar lo que ellos hacen en secreto. Pero cuando son denunciadas, todas las cosas son puestas en evidencia por la luz; pues lo que hace que todo sea visible es la luz. Por eso dice: "¡Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo!"” Ef.5:8-14.

Recuerda que somos seres espirituales hechos a imagen mental y semejanza espiritual de Dios. Somos Hijos de Dios y un hermano nuestro, el Maestro Jesucristo, ya nos enseñó con su testimonio, el poder del Amor. Entrego su cuerpo en la cruz, pero su verdadero testimonio está en que venció la muerte física y resucito, estuvo entre sus apóstoles, incluyendo a San Pablo, ascendió nuevamente a la multi-dimensión de los Cielos y nos dejo su Espíritu Santo para que todo aquel que creyera en él, se comunicara espiritualmente y fuera Uno con Él.

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo;  porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales. Por esta causa, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes. Permaneced, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la coraza de justicia  y calzados vuestros pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz.  Y sobre todo, armaos con el escudo de la fe con que podréis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Tomad también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos.”.
 
Conozcamos esa palabra de Dios, a través de la meditación que nos permite la comunicación espiritual con el Maestro Jesucristo. El poder del silencio y la voluntad del corazón harán el milagro de escuchar y/o de nutrir con nuevos pensamientos a los propios, en forma intuitiva. Recordemos que religión es religar la dimensión física con la dimensión espiritual, que la religión sólo es un puente que debemos atravesar, que no es el fin, dado que el único fin es la experiencia espiritual que nos llevará de nuevo a casa, de donde nos daremos cuenta que nunca hemos salido de ella; tan solo permanecíamos dormidos por aceptar la creencia de una filosofía del racionalismo que ya está “descartada” y de creencias religiosas que nos apartaban de la esencia última espiritual, enseñadas por jerarquías eclesiásticas que deseaban mantener un poder y ser protagonistas por encima de los verdaderos protagonistas: los Hijos de Dios.
 


[1] Espíritu Santo, enviado para consolar a los fieles.

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